Las estrellas son grandes acumulaciones de gas sometido a fuertes reacciones nucleares. Entre sus propiedades se encuentra la de emitir radiación en forma de luz y calor, así como generar potentes campos gravitatorios capaces de poner a orbitar planetas a su alrededor.
El índice de luminosidad de una estrella se mide a través de la ecuación:
, donde «L» representa la luminosidad, «σ» una constante universal asociada a la luminosidad del Sol, «r» el radio de la estrella, y «T» la temperatura de la misma. Despejando, podemos calcular el radio:
A la hora de analizar estrellas es interesante tratar con los Diagramas HR, que representan las tres variables anteriores, clasificando las estrellas según las mismas.
Para entenderlos un poco mejor, tal vez será necesario recordar brevemente la ecuación de Planck y el espectro luminoso.
La velocidad de la luz, «c», era igual a 300000 km/s en el vacío, y la velocidad del haz de luz se define como:
, donde «λ» es la longitud de onda y «ν» es la frecuencia, cuyo producto debe ser constante, por lo que son inversamente proporcionales. Asimismo, la ecuación de Planck nos decía que la energía de la onda era proporcional a la frecuencia a través de la constante «h»:
Además, el color con el que apreciamos el haz lumínico depende de su energía, siendo, en orden ascendente de energía: negros, infrarrojos, rojos, anaranjados, amarillos, verdes, azules, añiles, violeta, ultravioleta… De todo esto concluimos que las estrellas a mayor temperatura son más propensas al color violeta, apróximándose más al tono rojizo cuanta menor sea su energía. Además, no debemos olvidar que por causa del Efecto Doppler, todas las estrellas tienden al color rojo en su apariencia, pues al alejarse disminuyen la frecuencia de onda aparente.
En el diagrama HR adjunto, la temperatura está representada de mayor a menor en el eje horizontal (grados Kelvin), mientras que la luminosidad está representada en el eje vertical de menor a mayor (Unidades Solares). El radio de las estrellas está representado en las líneas trasversales que cruzan el diagrama, medido tomando el Radio Solar como unidad.
Cuanta más masa tiene una estrella, mayor es su velocidad de combustión, y menor será su esperanza de vida, pues no le llevará mucho, relativamente, consumirse. Si tomamos la masa solar:
, como sistema de referencia, obtenemos las siguiente tabla:
- 1 S = 7000000000 años.
- 3 S = 200000000 años.
- 7 S = 65000000 años.
- 15 S = 10000000 años.
El Sol, que evidentemente está incluido en la primera categoría, aún está en la primera etapa de su vida, pues todavía está ganando temperatura y luminosidad. Una Vez alcance su temperatura máxima, su radio disminuirá, y con él su luminosidad, perdiendo posteriormente temperatura para acabar volviéndose una Enana Blanca.
¿Pero cómo saber en qué se convertirá cada estrella al extinguirse? Pues esto depende fundamentalmente de su radio y su masa.
Si la estrella es muy pequeña y tiene muy poca masa se convertirá en una Enana Blanca, de luminosidad, temperatura e interacción gravitatoria medias. Para llegar a esta fase la anterior estrella se desprende de su corteza.
Si tiene algo más de masa se convertirá en un Pulsar a través del mismo poceso. Los pulsares tienen la peculiaridad de estar compuestos de partículas quasi-elementales, por lo que se las conoce como estrellas de neutrones. El nombre de pulsar deriva de la señal o pulso que emiten sobre los detectores cada vez que uno de sus haces lumínicos incide directamente sobre nosotros.
Si la densidad de una estrella es lo suficientemente grande, ésta se convertira en un Agujero Negro, siempre que se cumpla la condición:
, es decir, que la raíz cuadrada del cociente «2 G M / r» sea igual o mayor que la velocidad de la luz, siendo «G» la constante de gravitación universal, «M» la masa de la estrella, y «r» el radio de la estrella.
Si la estrella es lo suficientemente grande, se convertirá en una Supernova y desprenderá grandes cantidades de energía.
Las estrellas acostumbran a encontrarse formando grupos más o menos grandes en los que todas ellas interaccionan gravitatoriamente con una gran dependencia, por lo que no se puede estudiar su movimiento por separado.
De entre todas las estrellas que observamos, el 80% de ellas son estrellas dobles, es decir, un sistema de al menos dos astros. Asimismo, el 24% son ternas de estrellas, y el 7,2% son cuaternas.
Con respecto a las agrupaciones de grandes cantidades de estrellas en el cielo, encontramos cúmulos abiertos si están más o menos dispersas, y cúmulos globulares si todas ellas se acumulan en torno a un punto, que será el centro de masas del sistema.
Las galaxias, por su parte, las clasificamos según otro criterio más adaptado. Serán elípticas si su forma se asemeja a la de una elipse, como las órbitas planetarias, y espirales si las estrellas forman curvas que convergen en círculo al núcleo galáctico.
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Solo una pregunta. El sol no se supone que se inflará hasta convertirse en algo 100 veces su tamaño, llegando a ser una gigante roja, y luego de una perdida rápida de su masa no se convertiría en una enana no se si marron o blanca?
Que putada ser tan wapo nadie te toma en serio.
Gigante si, pero no rojo sino azul
Supongo que 3 años después no arreglo nada pero sí, era roja xD
Hola,por causalidad y gustos o fascinacion similar hoy estoy recorriendo tu blog,precioso, preciso y cintifico,saludos desde Bs As
Son sorprendentes todas estas cosas que nos ofrece la astronomia la astronomia no es par cualquiera.Ablemos de las estrellas…de entre todas las estrellas que obvservamos,el 80% de ellas son estrellas dobles,es decir, un sistema de al menos dos astros.Asimismo,el 24% son ternas de estrellas, y el 7,2% son cuaternas.Besos tengo 9 años bay.
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